Una avioneta con matrícula XB‑BCW se desplomó a un costado de la carretera Aldama‑Tampico, en el estado de Tamaulipas la tarde de este viernes 17 de octubre. La aeronave se precipitó entre la maleza, y hasta el momento se desconoce cuántas personas viajaban a bordo.
La aeronave partió desde McAllen, Texas, con destino a Tampico, Tamaulipas. Durante el trayecto experimentó algún problema que obligó al operador a descender de forma no planificada y tocar tierra en un tramo carretero, donde la emergencia fue atendida por cuerpos de auxilio estatales.
Los elementos de Protección Civil de Tamaulipas se movilizaron al lugar, y se logró localizar la avioneta con apoyo de un dron, que permitió ubicar el área exacta del siniestro y facilitar la intervención de los rescatistas. Según las autoridades locales, los tripulantes recibieron atención médica en el sitio.
A estas alturas aún no se ha dado a conocer oficialmente el número de ocupantes ni el estado preciso de cada uno, salvo que los socorristas ya comenzaron labores de valoración.
La noticia del desplome ha generado expectación por vacíos informativos, pues no se ha confirmado si hubo heridos graves ni víctimas fatales. Tampoco las autoridades han informado sobre la identidad del operador ni de posibles pasajeros.
Las instancias competentes, como la dependencia local de Protección Civil, la autoridad aeronáutica y la Fiscalía correspondiente, están integrando los primeros trabajos de investigación para determinar las causas del incidente: si fue por fallas mecánicas, condiciones meteorológicas adversas, pérdida de potencia u otros factores.
Se espera que se revelen más datos oficiales: cuántas personas iban en la avioneta, su estado de salud, la cronología exacta del suceso, y los dictámenes técnicos que arrojen luz sobre lo ocurrido con la nave XB‑BCW.
La prioridad de las autoridades locales es asegurar la zona, proteger a las víctimas y preservar la aeronave para realizar peritajes a fin de establecer qué fue lo que ocurrió para que se desplomara la avioneta.
Este hecho ocurre a dos meses del trágico accidente aéreo en Reynosa Tamaulipas, donde perdió la vida Gilberto Solis Campos, conocido como el Capitán Morris al desplomarse la avioneta privada que piloteaba aquel 29 de agosto del presente año, quien duró casi 50 años surcando el cielo.
La aviación civil mexicana perdió ese día a uno de sus más entrañables miembros, a un hombre noble, un maestro en la cabina, y un padre ejemplar que hasta el último día de su vida hizo lo que siempre fue su pasión.
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