Billy, un perro de la Guardia Nacional, logró rastrear el primer resultado.
“Estamos buscando datos sobre el paradero de mi hermano como parte de nuestro proceso de investigación federal.
Ayer encontramos un cráneo que estaba casi expuesto, fue embalado y guardado para que se realicen las pruebas
genéticas correspondientes”, explicó Delia Quiroga, del Colectivo 10 de Marzo.
La zona donde se encontró el cráneo, a unos 500 metros de la carretera a Nuevo Laredo, permanece acordonada
mientras funcionarios de la Procuraduría General de la República peinan la zona para ampliar la búsqueda.
En el operativo federal se encontró ropa de mujer y reservas de vuelo a nombre de Rosalinda y Elena Pérez Ruiz, de
Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas, una ruta habitual para los migrantes.
“Es un lugar muy solitario que se presta a este tipo de actividades, ya sea el levantamiento de cadáveres o el ocultamiento de migrantes o incluso entierros clandestinos…. Siempre hemos dicho que no buscamos culpables, sino a nuestros familiares; queremos recuperarlos para tener paz”.
Los miembros del Colectivo 10 de marzo, llamado así en memoria del día en que desapareció Roberto, permanecen
en el terreno con la esperanza de lograr más resultados.
Participan la Comisión Nacional de Búsqueda, la Fiscalía Especial para el Combate al Secuestro en Tamaulipas, la
Guardia Nacional y el Ejército.
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