Se trata de cubanos y nicaragüenses que llegan a esta ciudad fronteriza por el puente internacional Reynosa-Hidalgo y son atendidos en el INM.
Este escenario se ha producido de forma repentina en la zona internacional, ya que la Aduana y la Guardia Nacional vigilan la zona para evitar que se establezca un nuevo campamento de migrantes.
Según funcionarios, Estados Unidos ha acordado con México la expulsión de cubanos y nicaragüenses todos los días en las fronteras de San Diego y El Paso, así como en la zona correspondiente al Valle del Río Grande en Texas.
La expulsión de estos migrantes en Reynosa a través del “Título 42” está relacionada con una ley de salud pública que habría eliminado los casos de
Covid-19.
Pero aún con la incertidumbre de que ya no se aplicará a partir del 23 de mayo, se realizó un intenso operativo en las fronteras como parte de una cuenta regresiva.
Los migrantes deportados a Reynosa enfrentan un escenario de hacinamiento en los centros de ayuda, con personas que quieren cumplir el “sueño americano”
En 2020 y parte de 2021, los cubanos encabezaron las listas de migración en Reynosa y destacaron por impulsar proyectos de emprendimiento que van desde la industria alimenticia hasta la de belleza, pasando por la de bienes y servicios.
Fueron los primeros afectados por la demora en las solicitudes de asilo durante la pandemia, en algunos casos tuvieron que esperar más de año y medio por una respuesta.
Mientras tanto, los migrantes nicaragüenses han llegado en distintos momentos con una afluencia más constante acompañada de guatemaltecos y salvadoreños que también buscan asilo en Estados Unidos.
Actualmente, las listas de migrantes en Reynosa están encabezadas por haitianos.
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